Tradicionalmente en el mundo del Derecho a este instrumento se le identifica como un signo de autoridad. Aun cuando hay opiniones que ubican su origen en la mitología nórdica en referencia a Thor (Dios del Trueno), quien se hacía acompañar de un martillo en su papel de guerrero protector, la versión más aceptada es que el uso del mazo o mallete tiene su origen en la masonería, en alusión al Maestro de la Logia, ya que éste es quien lo porta para simbolizar el derecho que tiene de dirigir los trabajos de la Logia.
Si bien existe la referencia de que su uso fuera de las logias masónicas se debe al presidente de los Estados Unidos, John Adams, quien utilizó el mazo por primera vez en 1789 para llamar al orden al Senado, lo cierto es que hoy en día este instrumento es un símbolo que representa autoridad y orden en el ejercicio de la actividad judicial en los sistemas de tradición oral.
Los jueces anglosajones fueron los primeros en hacer uso del mazo en las cortes, y al igual que en la masonería, simboliza el derecho que tiene el juez a dirigir la causa o trabajos judiciales dentro del tribunal.
Es un símbolo que representa la elevada misión conferida al juez de imponer el sentido del orden, seriedad y decoro que debe imperar en el tribunal. Es utilizado para marcar el inicio y fin de los trabajos en la sala de audiencias. El martillazo final representa la cosa juzgada, es decir, el final del proceso en el que se adopta una decisión mediante un acto de autoridad por parte del juez.